Descubre que tipo de mantenimiento es el más adecuado para tu empresa
El mantenimiento es una actividad fundamental para garantizar el buen funcionamiento y la durabilidad de los equipos, máquinas e instalaciones de una empresa. Sin embargo, no todos los tipos de mantenimiento son iguales ni se adaptan a las mismas necesidades. En este artículo, te explicaremos los principales tipos de mantenimiento que existen y cómo elegir el más adecuado para tu empresa.
¿Qué es el mantenimiento?
Podemos definir el mantenimiento como el conjunto de acciones técnicas que tienen como objetivo regular el funcionamiento normal de los equipos, prevenir o corregir posibles averías o fallas, y optimizar el rendimiento y la fiabilidad de los mismos.
El mantenimiento puede clasificarse en diferentes tipos según el momento y la forma en que se realiza, así como según los objetivos que persigue. A continuación, veremos los más comunes y sus características.
Tipos de mantenimiento
Mantenimiento correctivo
El mantenimiento correctivo es el que se realiza después de que se produce una avería o un fallo en el equipo, con el fin de repararlo o reemplazarlo. Es el tipo de mantenimiento más básico y simple, pero también el más reactivo e impredecible.
El mantenimiento correctivo puede ser una opción válida para equipos de baja prioridad o valor, cuya reparación o sustitución no suponga un gran coste ni afecte al funcionamiento de la empresa. Sin embargo, para equipos críticos o costosos, este tipo de mantenimiento puede conllevar una mayor inactividad, un mayor riesgo de fallos graves y una pérdida de eficiencia.
Los pasos para el mantenimiento correctivo suelen ser los siguientes:
- Detectar la avería o el fallo.
- Diagnosticar la causa y el alcance del problema.
- Decidir si se repara o se sustituye el equipo.
- Ejecutar la acción correspondiente.
- Verificar el funcionamiento correcto del equipo.
Mantenimiento preventivo
El mantenimiento preventivo es el que se realiza de forma periódica y planificada, con el fin de prevenir posibles averías o fallas en el equipo. Es un tipo de mantenimiento más proactivo y predecible, que busca anticiparse a los problemas y evitarlos.
El mantenimiento preventivo puede ser una opción más adecuada para equipos de alta prioridad o valor, cuyo funcionamiento es esencial para la empresa y cuya reparación o sustitución supondría un gran coste o impacto. Con este tipo de mantenimiento, se puede alargar la vida útil de los equipos, mejorar su rendimiento y reducir los costes a largo plazo.
Los pasos para el mantenimiento preventivo suelen ser los siguientes:
- Establecer un plan o un calendario de mantenimiento basado en criterios temporales, operativos o prescriptivos.
- Realizar las acciones previstas en el plan, como inspecciones, limpiezas, calibraciones o reemplazos.
- Registrar los resultados y las incidencias del mantenimiento.
- Evaluar la efectividad del plan y realizar los ajustes necesarios.
Mantenimiento predictivo
El mantenimiento predictivo es el que se realiza basándose en el estado y el funcionamiento real del equipo, mediante técnicas de monitorización y diagnóstico. Es un tipo de mantenimiento más avanzado y preciso, que busca detectar los indicios de deterioro o anomalía en el equipo y actuar antes de que se produzca una avería o un fallo.
El mantenimiento predictivo puede ser una opción óptima para equipos de alta complejidad o tecnología, cuyo comportamiento es variable y depende de múltiples factores. Con este tipo de mantenimiento, se puede optimizar la frecuencia y el alcance de las intervenciones, minimizar las paradas innecesarias y maximizar la disponibilidad y la fiabilidad de los equipos.
Los pasos para el mantenimiento predictivo suelen ser los siguientes:
- Seleccionar las variables o parámetros relevantes para evaluar el estado del equipo, como temperatura, presión, vibración, etc.
- Instalar los sensores o dispositivos adecuados para medir y registrar dichas variables de forma continua o periódica.
- Analizar los datos obtenidos y compararlos con los valores de referencia o los umbrales establecidos.
- Identificar las desviaciones o tendencias que indiquen un posible deterioro o anomalía en el equipo.
- Estimar el tiempo de vida útil restante del equipo o el momento óptimo para realizar el mantenimiento.
- Ejecutar la acción de mantenimiento más conveniente, ya sea correctiva o preventiva.
¿Cómo elegir el tipo de mantenimiento más adecuado para tu empresa?
Como hemos visto, cada tipo de mantenimiento tiene sus ventajas y desventajas, y no hay una respuesta única o universal para elegir el más adecuado. Dependerá de las características y las necesidades de cada empresa, así como de los recursos y las capacidades disponibles.
Algunos factores que pueden ayudarte a tomar una decisión son:
- La criticidad o el valor del equipo: cuanto más importante sea el equipo para la empresa, más conveniente será optar por un tipo de mantenimiento que prevenga o anticipe las averías, como el preventivo o el predictivo.
- El coste o la complejidad del equipo: cuanto más caro o complejo sea el equipo, más rentable será invertir en un tipo de mantenimiento que alargue su vida útil y mejore su rendimiento, como el predictivo o el preventivo.
- La disponibilidad o la fiabilidad del equipo: cuanto más se requiera que el equipo esté operativo y funcione correctamente, más adecuado será elegir un tipo de mantenimiento que minimice las paradas y los fallos, como el predictivo o el preventivo.
- La tecnología o la información del equipo: cuanto más avanzada o accesible sea la tecnología o la información del equipo, más factible será aplicar un tipo de mantenimiento que se base en el estado real y las condiciones del equipo, como el predictivo.
En conclusión, el tipo de mantenimiento más adecuado para tu empresa dependerá de tu situación particular y de tus objetivos. Lo ideal es que realices un análisis detallado de tus equipos y tus procesos, y que diseñes una estrategia de mantenimiento que se adapte a tus necesidades y te permita optimizar tus recursos y tus resultados.
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